El escritor uruguayo Eduardo Galeano escribe en su libro 'Amares' que Oscar Niemeyer pudo hacer poco contra el capitalismo, pero hizo mucho contra el dominio de la línea recta en la arquitectura moderna. Abrió el camino hacia el redescubrimiento de la geometría biomórfica, aprovechando al máximo las posibilidades técnicas y estructurales del hormigón armado, desarrollado posteriormente por Le Corbusier, Tange, Utzon y Saarinen
Niemeyer contribuyó a revolucionar el lenguaje del movimiento moderno mediante el uso de un sistema metodológico multifocal, tan fuerte y creativo que influyó no sólo los maestros de la segunda generación de la modernidad, sino también el lenguaje fluido de Toyo Ito contemporánea, Kazuyo Sejima, Alvaro Siza y Zaha Hadid. La misma Hadid escribió en las páginas del periódico español "El País": "Niemeyer era un virtuoso del espacio. Poseía un talento innato para la sensualidad. (...) Construyó formas líquidas en hormigón armado […]. Tomó de Le Corbusier todo el talento escultórico que la modernidad mantuvo cerrada en una jaula cartesiana”.
Reconocido por la UNESCO como uno de los más fértiles creadores modernos, Niemeyer aparece hoy en día como un importante punto de referencia en las obras de vario arquitectos contemporáneos.
Investigaciones actuales
Un sistema de interesantes investigaciones sobre la metodología de diseño adoptadas por el maestro carioca se ha venido desarrollando asiduamente en los últimos años, sobre todo en España y Brasil.
El crítico Roberto Segre ha publicado un interesante libro "100 Años, 100 Obras" con la voluntad de incluir algunas obras de Niemeyer en una clasificación tipológica que se relaciona a las ideas del Tipo de Carlos Martí Aris y Rafael Moneo. El italiano Francesco Dal Co también escribió un valioso artículo con motivo del centésimo aniversario del Maestro, definiéndolo, como lo hizo Giò Ponti, “un genio”.
Oriol Bohigas ha publicado en el periódico El País un artículo inteligente, y exento de los prejuicios de la crítica de los años sesenta. Lo mismo ha hecho el historiador William J.R. Curtis en las páginas del periódico The Guardian.
En Barcelona el crítico Josep Muntañola discutió algunas de las cuestiones clave desarrolladas por Niemeyer y en el libro "La Modernidad superada " ha centrado la atención en la posible influencia sobre la obra de la madurez de Le Corbusier, como ha hecho también Iñaki Ábalos.
Silvia Arango, la historiadora más importante de Colombia, en su último trabajo "Ciudad y arquitectura. Seis Generaciones Que construyeron la América Latina moderna "recuerda que a partir de los puntos más diversos del continente se organizaron en los años sesenta y setenta reales peregrinaciones para visitar las obras de Pampulha y Brasilia.
Caetano Veloso, el más importante compositor de Brasil, dice que Niemeyer ha sabido difundir temas autóctonos del País en todo el mundo. Chico Buarque, músico y escritor, ha declarado recientemente que su trabajo es grandioso, y aún más impresionante su personalidad a nivel humano. Renzo Piano comparte la misma idea, subrayando el valiente compromiso político y social del maestro en la lucha por la multiplicación de los espacios educativos y culturales en todo Brasil.
Jean Nouvel afirma que, si Corbusier es el Picasso de la arquitectura, Niemeyer es el Matisse. Innegables las relaciones formales -como confirma Zaha Hadid- con obras de Picasso, Matisse, Miró, Calder, Arp, Le Corbusier, y también con los de los talentosos artistas brasileños Tarsilia do Amaral, Candido Portinari y Burle Marx.
Interesante leer estas y otras observaciones de arquitectos e intelectuales contemporáneos reconocidos publicadas en los últimos meses, una compensación contra la crítica a veces apresurada de los años cincuenta, que ayudan a introducir el trabajo del Maestro en el papel histórico que le corresponde: el mismo papel que la UNESCO le reconoció al registrar hace pocos meses su Archivo personal en la Lista del Patrimonio Mundial: casi 9.000 documentos, incluyendo bocetos, álbumes y dibujos técnicos, que "constituyen un valioso testimonio de la obra de un artista que ha transformado la arquitectura del siglo XX en el mundo".
Incluidos también en la Lista de la UNESCO en 2016 los proyectos realizados en Pampulha con la motivación de haber sabido "fusionar diferentes artes —arquitectura, escultura, pintura y paisajismo— creando formas audaces integradas en un todo armonioso".
Niemeyer en Japón
El minimalismo, la geometría biomorfica, el color claro, la concatenación entre naturaleza y artificio, la cubierta que vuela a proteger la piel transparente, son todos típicos temas niemeyerianos presentes en varias obras de los más importantes arquitectos japoneses como Tange, Isozaki, Ito, Sejima yNishizawa.
El mismo Nishizawa, en el museo de arte Teshima, parece dialogar con el proyecto del Centro religioso de Saint Baume de Niemeyer: blanca cáscara de hormigón apoyada directamente al suelo, y realizada de acuerdo con el método de construcción descrito por el maestro brasileño: crear previamente una colina artificial y vertiendo encima una fina capa de hormigón. Potente calidad espacial del interior. Intensa relación blanco-verde con los jardines de los alrededores, como en los edificios del Caminho Niemeyer de Niteroi.
La "Grace Farm" que el mismo Ryue Nishizawa realizó con Kazuyo Sejima en New Canaan, Estados Unidos, se puede leer como una interpretación de la escala territorial de la pérgola del parque Ibirapueira: comparte el tema del plano inclinado del techo y de la continuidad orgánica entre las superficies cóncavas y convexas.
En el Pabellón de la Serpentine Gallery en Londres, siempre del estudio SANAA, la cubierta es una reminiscencia de la Casa das Canoas, también en su sistema estructural, definido por esbeltos pilares metálicos. Mientras Nishizawa el año pasado se hizo cargo de la organización en la exposición "El hombre que construyó Brasilia" en el museo MOT en Tokio, la primera gran retrospectiva de Niemeyer en Japón.
Tambien Toyo Ito ha aplicado en diversos proyectos morfologías y conceptos típicos de Niemeyer, por ejemplo, el tema de la sucesión de arcos de hormigón armado de dimensiones variables, adoptado en el edificio Mondadori de Segrate, Milán.
En la Biblioteca de la Universidad de Tama, de Ito, los arcos no solo están presentes en la fachada, como en Segrate, sino que "cortan" y animan el espacio interior de la biblioteca.
Naturaleza y artificio
De acuerdo con la interpretación de Bruno Zevi, el lenguaje Niemeyer se basa en una personal reinterpretación del mundo de los paisajistas como Burle Marx y Frederick Law Olmsted, autor de Central Park, que Niemeyer, como escribe en las páginas de su biografía “As curvas do tempo", conocía bien gracias a los largos paseos que hizo en compañía de Lucio Costa.
Sus obras más experimentales son una clara e incesante reinterpretación de características biológicas y geológicas de la zona intertropical, y al mismo tiempo del trabajo artístico de Portinari, de Tarsilia do Amaral, de las grafías sensuales de la pintura de Le Corbusier.
Un sistema orgánico que dialoga respetuosamente con la rica vegetación de América Latina porque tiene lenguaje y reglas geométricas de matriz similar, que permiten una armónica concatenación entre naturaleza y artificio. Una enseñanza profunda y actual, hoy más que ayer, dadas las profundas, crudas y peligrosas transformaciones de los ecosistemas mundiales.
Luca Bullaro es profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia. Ph.D. en proyectos arquitectónicos. Università degli studi di Palermo, Italia y Magíster en "Arquitectura: crítica y proyecto" por la UPC-ETSAB, Barcelona, España.